viernes, 23 de septiembre de 2011

Quincuagésimo tercera.

Y me dejó con la boca abierta y el corazón acelerado. Y me miró, y la miré, y a tomar por culo el paraiso que yo ya lo he hayado entre sus brazos. 
Gracias.

martes, 20 de septiembre de 2011

Quincuagésimo segunda.

Tengo miedo y ansia de cambio. 
Tengo miedo de que pase mal.
Tengo ansia por que se que irá bien.
Tengo miedo por que lo nuevo me asusta.
Tengo ansia de nuevos horizontes.
Tengo miedo de olvidar.
Tengo ansia de aprender.
Tengo miedo de perder mis raices.
Tengo ansia de soltar mis lastres.

Novedades.

Quincuagésimo primera.

Ametralladoras, en silencio.

Quincuagésima.


Me asombra la cantidad de luz que puede entrar por una ventana tan pequeña. No tiene sentido.
Ayer estaba pesando en la maravillosidad. Si, así escrito. De todo esto. En lo dulce. En lo Místico. En cada uno de los pequeños pasos. 
Hoy prefiero no pensar.
Dejar que la barca sea mecida por las olas en este mar en tempestad que nadie sabe a donde puede llevar.
Así es la vida dicen. Yo digo que no. Que así as la vida individual, de algunos. No de todos. Otros toman las riendas. Otros lo dejan todo al destino. Otros a dios o a los infiernos. Yo prefiero alternar la comodidad de dejarse mecer por la mar y el crear terremotos con palabras.
Y así pasan las horas.. 

jueves, 15 de septiembre de 2011

Cuadragésimo novena.

Y los segundos del reloj que nos recuerdan que cada minuto que pasa en esta situacion es tiempo de felicidad que se va por el sumidero.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Cuadragésimo septima.

El mundo al revés y yo a tus pies. Tu en mi cabeza. Y la luz tenue, que no para de recordarme que no estas aqui. Pero tranquila cosita. Horas.

Cuadragésimo sexta.

Ya desde por la mañana me ahogo. Es inutil pensar en maneras de escapar. Sé que hasta que no me líe la manta a la cabeza y deje que el diablo me lleve a lugares lejanos y diferentes no cambiará. Que estas paredes ya están contaminadas y o dan un giro muy grande las cosas o me alejaré, me alejaré y que me corten la lengua si quiero volver. Que lo que hecharé de menos no serán paredes. Serán personas. Que esté lugar está contaminado y que quien lo contamina se puede quedar aqui solo para siempre. Hay personas a las que no podrás volver a mirar a la cara. Y si lo haces, no podrás evitar pensar en aquello que se ha dicho. Aquello que se ha sentido y que no se olvida. No, no se olvida.
Pero tengo un salvavidas. Es rubia y tiene los ojos azules. Y sin ella me hundo.
Menos mal que ya es Septiembre. Por que no quiero volver a llenarme las venas de humo y palabras y soledad. No, ya no. Ahora necesito besos de tinta y agua templada. Arrugarme junto a su cuerpo y que le den por culo al mundo. 
Que yo me hundo en las mantas contigo.

Y el sol decrece y fallece entre los visillos del cuarto,
porque tiene celitos de mí, de cómo te quiero,
de cómo lo aparto,
si el sueño es correr por un otoño deshojao,
¿morir?, tal vez... mejor que vivir desolao,
y la vida sigue, yo escribo coplillas de amor
que le impidan al alma deciros que no, mientras salga...
...serrín del corazón.



viernes, 2 de septiembre de 2011

Cuadragesimo cuarta.

Es exactamente como si te exprimieran el corazón, los pulmones, y la caja torácica en general. La sensacion es indescriptible. Oleadas y oleadas de incertidumbre, dolor, pesar, arrepentimiento y todos esos sentmientos que son demasiado feos como para ponerles nombre. 
Es arrepentirse de cada una de las palabras no pensadas. De cada una de las frases dichas al azar. Dejandose llevar por el mas puro instito. Idiotez humana.
A veces pienso que si reviento gano mas. Quiero decir. Revientas, te expandes, se esparcen esos pedazos, y seleccionas los buenos y puros para quedartelos. Los demas no importan. Es doloroso. Para ambas partes. 
Deberia coserme la boca, o algo asi. Quizá una lobotomía. O un lavado de cerebro. No sé. Lo que sea con tal de mejorar. De no volver a las eternas horas de incertidumbre. De que pasará. De intentar sacar una sonrrisa del vacío y a rodar, y rodar y rodar. Como las norias .Con tal de no volver a aquello que nos mata. Nos debilita. A aquello que hace que la vida deje de tener sentido. Cariz. Matíz. Color, o llamalo como quieras. 
A aquello que nos hace daño.
Daría lo que fuera por evitarlo. No, otra vez no por favor.
Ya es Septiembre ¿Sabes? Me prometí, me juré a mi misma que de ahora en adelante sería distinto. Que no tendríamos motivos para llorar. Para estar o simplemente para dejar de sonrreir como estúpidas. Como perfectas estúpidas enamoradas. Pero vuelve esa sensacion de incapacidad y impotencia permanente ante hechos que aun siendo causados por mi se me escapan de las manos. Soy gilipollas. GI-LI-PO-LLAS. O cabeza-hueca llamalo como quieras. 
Es como luchar con molinos de viento. De esos que de tan grandes no ves el tejado. Como luchar contra gigantes o contra el viento de poniente. ¿Dificil? Si. ¿Imposible? No lo creo. 
Creer. 
Tambien me prometí que esta sería la nuestra. ¡Qué coño! Ya estaba bien ¿No? Se supone que despues de experiencias largas. De relaciones estables. De algun que otro rollo. Y ¿Por que no? Comeduras de tarro y hechos impredecibles. De largas conversaciones con gente de confianza. De noches en las que ni las estrellas lucen estabamos preparadas. Despues de todo aquello podiamos afrontar lo que fuera con tal de estar juntas.
No he abandonado.
No.
Pero es complicado sabes. Cuándo quieres que salga de una manera y ZAS. Todo lo contrario. Cuando deseas por lo mas sagrado que una relacion funcione mas que a la perfección y de repente todo se tuerce duele. Mas que doler mata. 
Y no lo digo solo por mi. Se que es exactamente igual para ti. Quiero decir. El sentimiento de desconcierto no es individual. Nosotras sabemos, conocemos y sentimos. Y no dudo ni he dudado ni un instante al decir que si no exactamente lo mismo, en mayor o menos medida sientes igual que yo. Las sensaciones. Las pasiones. Y tambien, y por supuesto, los dolores. 
Y llegamos al cruce de caminos. Pero ninguno está señalizado. No puedo sino pensar soluciones, a cual mas absurda a nuestros problemas. Si, nuestros, nosotras. Siempre nosotras. Indudablemente. 
¿Qué hacer?¿Qué no hacer?¿Qué decir?¿Qué no decir?¿Qué?¿Qué?¿Qué?


Daría todo, absolutamente todo. Lo que fuera con tal de poder volver a ese estado maravilloso en el que el sueño y la vigilia no se distinguen. Ese estado en el que los colores se vuelven brillantes. Los aromas mil veces mas fuertes y cada uno de los centímetros de tu piel brilla de alegría. Ese estado en el que la palabra paz no existe, pues es paz en si mismo. Y lo que ya es por naturaleza no necesita nombre.
Lo que fuera. 
Lo último. Te doy mi alma. Mi ser. Mi conciencia. Mis maneras. Todas y cada una de las partes de mi yo, incluida mi oscura subconsciencia. 
Te doy mi carne. Mi mente.
Te doy hasta el ultimo milimetro de mi ser.
Te doy mis pensamientos
Y por supuesto te doy cada uno de los huecos de mi corazon.
A cambio solo pido una cosa. Tu felicidad. 
Ya que ella siempre viene de la mano de la mia.


jueves, 1 de septiembre de 2011