jueves, 13 de octubre de 2011

Sexagèsimo primera.

con versos como gotas de un chubasco de sudores
con dedos de domingo

He leido estos versos, entre otros muchos de el mismo poema en un vaibén de sudores y clamor, en una ruleta de sabores, de colores, de olores.. que me llevan de nuevo, y como cada una de las veces a ti.
Ha sido mas que increible. Carlos Salem, he de recordar el nombre. ¿Qué otros poemas me han de llevar a ti?.. 
He sentido tu presencia, recorriendome, haciendo que cada uno de los pelos que hay en mi cuerpo se pongan como escarpias, haciendome suspirar, incluso, y ¿Por que no?.. Jadear.
He tocado, tu cuerpo, y el cielo en un baile de letras difusas. 
Y necesito. Que lo sepas. Que todo esto lo sepas para que cuando lo leas en mitad de la noche, en un autobús, caminando por la calle.. don de quiera que estes te estremezcas y se te erize el vello de la nuca en un pensamiento mucho menos que puro. 
30072011 
♀♀=

miércoles, 12 de octubre de 2011

Sexagésima

Pertenecer(te).
Salio la luna y nos iluminó haciendo que todo pareciera mucho mas fuerte. Mucho mas mistico. Nos acercamos lentamente y en lo que duran mil suspiros y una bocanada de aire nuestros labios se juntaron en un baile de sombras celestial que nos hizo flotar por encima del fin del universo. Mucho mas por encima. 
No existe manera alguna de describirlo.

Gracias
30072011


lunes, 10 de octubre de 2011

Quincuagésimo novena.

Y se paro su respiracion. Y rodaron por sus mejillas. Y yo no entendí, no quise saber. 
¿Qué será del futuro?
Sé que podemos. Pero, necesito tu ayuda. 
A veces ni siquiera quiero pensar en eso que me da miedo, eso que no comprendo o eso que me asusta. A veces no quiero ni siquiera mirar, para no ver.
Pero es mentira eso de que ojos que no ven corazón que no siente.
Siento mas que nunca y siento como tu.
TE NECESITO.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Quincuagésimo octaba.

Me AGOBIAN las ciudades.
Me deprime el tráfico.
Me estresa la increible e inhumana cantidad de gente en el mismo espacio.
Me entristece el desprecio a la naturaleza.
No puedo soportar el ruido de las motos.
Odio el olor del asfalto.
Te hecho de menos. Naturaleza.


sábado, 1 de octubre de 2011

Quincuagésimo sexta.

Sé que leerás esto tarde o temprano. Esa es la idea. Hay cosas que tan solo pueden hacerse así. Cuando el tiempo lo decida. 
Odio esta situación en la que no te fluyen las palabras. Situación en las que pareces estar muy lejos de mi, aunque me digas que estas cerca. No me gustan los monosílabos, ni las contestaciones que en realidad no dicen nada y dejan mucho que desear. Sabes como lo siento. 
Cuesta hablar y no saber que decir. Lo sé.
Miento. Miento y te digo que no pasa nada. Que vale, que bien. Pero no es así, no entiendo nada. 
Parece que estamos en un limbo donde lo único que puedo hacer es esperar a que todo cambie. A que todo pase. A que se calme el maldito huracán. Y vuelva a ser todo como era antes. 
Y lo peor de todo es que tengo la corazonada de que no volverá a ser así. Que una de las dos se cansará y dirá todo. Absolutamente todo lo que se ha estado callando, sea por los motivos que sea. O quizá quieras que siga esperando a que te recuperes de algo que ni siquiera tu sabes.
Sabia desde un principio que todo esto iba a ser difícil. Que tu no eres la que eras antes. Que iba a tener que aguantar y tirar con muchas cosas. Pero, jamás pensé que fuéramos a llegar a este punto. En el que no es tirar. Es arrastrar. Es callar y hablar de mil chorradas. Que no me importan un pimiento. Es callar y obligarme a pensar que unos días, unos días y todo pasa. Pero sé que no es así. Y que o cambia o nos cansaremos, y lo peor de todo es que estoy empezando a pensar que quien se casará seré yo. 

ojalatodovuelvaasuprincipio.

A veces llego a pensar que las cosas se pueden solucionar. Como cuando me besas o me mandas alguna señal. Pero entonces vuelven las conversaciones obligadas, los agobios, y los malos tragos y todo se vuelve a ensuciar de la mas asquerosa mierda. 
A veces cuándo te miro a los ojos vuelvo a ver eso que hace mas tiempo del que te he confesado no veo. Pero solo a veces, lo mas duro es ver que cada vez que me miras hay algo detrás. Un algo oscuro que hace que el Caribe ya no sea tan pacífico. Que me hace entender que la tempestad se esconde en esos ojos. Esos preciosos ojos.
A veces cuando te beso me contestas con desdén, quizá no te des cuenta y estaría por apostar que ni siquiera sabes cuando. Pero lo haces. Siento tu subconsciente avisándome. 

Sabes que tengo miedo, no, que estoy aterrada. Y sé que estas harta, tan harta como yo. 

Pero lo que no sabes, es el punto, el punto exacto en el que estamos. En el que estoy, punto decisivo de seguir o relegar. Punto decisivo de poder o de abandonar. Punto en el que tan solo las ganas de ser felices juntas nos pueden sacar a flote. Ese punto por el que casi todas las relaciones pasan. Y que deciden el destino.

Dime, cosita, ¿Vuelas conmigo?

Cuadragésimo quinta.

He desayunado café. Iba siendo hora de tomarselo todo con un poco de calma. No me gusta el estrés de las ciudades. Me hacen sentir perdida. Aun sabiendo exactamente el punto del planeta en el que me encuentro. 
Es todo tan solitario. Hecho de menos esa gente que hacía que mi día a día fuera muchisimo mas ameno, por no decir muchisimo mejor. 
Claro, sigo teniendo a gente a mi lado, pero, ¿Qué fue del café del primer recreo? ¿Qué fue de aquellos cigarros a escondidas? ¿Qué fue de aquellos abrazos furtivos? Os hecho de menos.
Necesito un mapa. Un enorme y colorido mapa que me diga que camino estoy siguiendo, por que ni si quiera yo misma lo sé. Necesito un mapa que me diga hacia donde voy, por que ya sé exactamente de donde vengo. Y se que eso no lo cambiará nada ni nadie jamás. Necesito saber que será de el nosotras y que será de el futuro. Estoy desorientada.

Quincuagésimo cuarta.

Yo no se si es por el tiempo, por el cambio, por el estrés, por las novedades, o por que pasan por la cabeza cosas que no comprendo. Solo sé que no me gusta. Que necesito eso viejo que me hacía sonreír. Que se que puede volver por que aun veo rastros del viento que movía sus alas. Que aun puede volar a dos milímetros de mis manos. 
Tampoco se cual es la solución a el problema, cual es la pieza que falta en este gran puzzle o que hilo hay que mover ahora. Solo sé que va siendo hora de ser felices. 
30072011.