viernes, 2 de septiembre de 2011

Cuadragesimo cuarta.

Es exactamente como si te exprimieran el corazón, los pulmones, y la caja torácica en general. La sensacion es indescriptible. Oleadas y oleadas de incertidumbre, dolor, pesar, arrepentimiento y todos esos sentmientos que son demasiado feos como para ponerles nombre. 
Es arrepentirse de cada una de las palabras no pensadas. De cada una de las frases dichas al azar. Dejandose llevar por el mas puro instito. Idiotez humana.
A veces pienso que si reviento gano mas. Quiero decir. Revientas, te expandes, se esparcen esos pedazos, y seleccionas los buenos y puros para quedartelos. Los demas no importan. Es doloroso. Para ambas partes. 
Deberia coserme la boca, o algo asi. Quizá una lobotomía. O un lavado de cerebro. No sé. Lo que sea con tal de mejorar. De no volver a las eternas horas de incertidumbre. De que pasará. De intentar sacar una sonrrisa del vacío y a rodar, y rodar y rodar. Como las norias .Con tal de no volver a aquello que nos mata. Nos debilita. A aquello que hace que la vida deje de tener sentido. Cariz. Matíz. Color, o llamalo como quieras. 
A aquello que nos hace daño.
Daría lo que fuera por evitarlo. No, otra vez no por favor.
Ya es Septiembre ¿Sabes? Me prometí, me juré a mi misma que de ahora en adelante sería distinto. Que no tendríamos motivos para llorar. Para estar o simplemente para dejar de sonrreir como estúpidas. Como perfectas estúpidas enamoradas. Pero vuelve esa sensacion de incapacidad y impotencia permanente ante hechos que aun siendo causados por mi se me escapan de las manos. Soy gilipollas. GI-LI-PO-LLAS. O cabeza-hueca llamalo como quieras. 
Es como luchar con molinos de viento. De esos que de tan grandes no ves el tejado. Como luchar contra gigantes o contra el viento de poniente. ¿Dificil? Si. ¿Imposible? No lo creo. 
Creer. 
Tambien me prometí que esta sería la nuestra. ¡Qué coño! Ya estaba bien ¿No? Se supone que despues de experiencias largas. De relaciones estables. De algun que otro rollo. Y ¿Por que no? Comeduras de tarro y hechos impredecibles. De largas conversaciones con gente de confianza. De noches en las que ni las estrellas lucen estabamos preparadas. Despues de todo aquello podiamos afrontar lo que fuera con tal de estar juntas.
No he abandonado.
No.
Pero es complicado sabes. Cuándo quieres que salga de una manera y ZAS. Todo lo contrario. Cuando deseas por lo mas sagrado que una relacion funcione mas que a la perfección y de repente todo se tuerce duele. Mas que doler mata. 
Y no lo digo solo por mi. Se que es exactamente igual para ti. Quiero decir. El sentimiento de desconcierto no es individual. Nosotras sabemos, conocemos y sentimos. Y no dudo ni he dudado ni un instante al decir que si no exactamente lo mismo, en mayor o menos medida sientes igual que yo. Las sensaciones. Las pasiones. Y tambien, y por supuesto, los dolores. 
Y llegamos al cruce de caminos. Pero ninguno está señalizado. No puedo sino pensar soluciones, a cual mas absurda a nuestros problemas. Si, nuestros, nosotras. Siempre nosotras. Indudablemente. 
¿Qué hacer?¿Qué no hacer?¿Qué decir?¿Qué no decir?¿Qué?¿Qué?¿Qué?


Daría todo, absolutamente todo. Lo que fuera con tal de poder volver a ese estado maravilloso en el que el sueño y la vigilia no se distinguen. Ese estado en el que los colores se vuelven brillantes. Los aromas mil veces mas fuertes y cada uno de los centímetros de tu piel brilla de alegría. Ese estado en el que la palabra paz no existe, pues es paz en si mismo. Y lo que ya es por naturaleza no necesita nombre.
Lo que fuera. 
Lo último. Te doy mi alma. Mi ser. Mi conciencia. Mis maneras. Todas y cada una de las partes de mi yo, incluida mi oscura subconsciencia. 
Te doy mi carne. Mi mente.
Te doy hasta el ultimo milimetro de mi ser.
Te doy mis pensamientos
Y por supuesto te doy cada uno de los huecos de mi corazon.
A cambio solo pido una cosa. Tu felicidad. 
Ya que ella siempre viene de la mano de la mia.


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