sábado, 13 de agosto de 2011

Decimoséptima.

Porque eres tú, eres tú la que me ha devuelto la sonrisa, la que me ha hecho volver a creer, la que me ha demostrado que nada es blanco o negro, que existe el gris, pero no me dejaste quedarme ahí y volviste a hacer que mi vida sea de colores, de los colores más vivos que puedan existir, solo tú podías conseguir eso, solo tú podías conseguir algo que sinceramente parecía imposible, al menos por ahora. Pero como siempre que te lo propones, has sido capaz. Ahora soy yo la que se ha propuesto hacerte feliz cada segundo, o más bien cada milésima de segundo. Me he propuesto que siempre estes sonriendo e incluso a veces llorando, llorando de felicidad claro, porque las otras lágrimas ya sabes que me las bebo para que formen también parte de mí, porque si tu sufres, yo también, pero si tú eres feliz, si tú sonríes, yo lo hago con más ganas todavía.

GRACIAS por todo, por devolverte algo que estaba roto, por hacer que este más rojo y fuerte que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario