martes, 30 de agosto de 2011

Cuadragésima.

Puede que a veces me duele y a veces me sana. Por que a veces me rie y a veces me llora. A veces quiero volar y otras veces ver como vuela. Es esa manera de reir, esa manera de hacer olvidar. De hacer que el mundo desaparezca bajo un velo azul Caribe. Por que a veces deseo escapar contigo y otras enfrentarme cara a cara con los monstruos, de tu mano nada sale mal. 
La luz es tenue. Tan tenue y suave como el olor de su piel. Me recuerda tanto a ella.. estas cuatro paredes testigos de una historia que no podía acabar. Que el tiempo no dejo borrar. Que nadie pudo enterrar y que crece, alta, fuerte. Llenandolo todo, cada maravilloso centímetro de nuestra piel. Ese olor que lo cubre todo. Que lo inunda. 
Es como una melodía que se desliza, hacia un lado, hacia otro, en un baiven de locura y cariño. Que te encoje y te aprieta el corazon, que lo suelta de golpe dejando que estalle. Que hace que la sangre viaje a la velocidad de la luz y los colores se mezcle. Mejor que el mejor de los orgasmos. Mejor que el mejor de los mejores helados de chocolate. Mejor que el mejor de los atardeceres. Mejor que el incienso, que las velas. Mejor que un té a las tres de la mañana y sin duda mucho mejor que el airé con olor a cesped recién cortado. Mejor que el petalo de una margarita. Mejor que el vuelo de una mariposa. Mejor que la luz del sol. Mejor que el sonido de las hojas del papel enrte los dedos. Mejor que el olor a libro nuevo. Mejor que la primera vez que escuchas esa cancion. Mejor que todo. Mejor que el infinito.
Como una explosión nuclear. Como el tacto de la piel de un bebe, como el trino de lun jilguero, como el estremecer de una pluma sobre tu piel. Como el olor de las olas. Como la mas bella fotografía jamas tomada. Como el mejor dibujo de acuarela. Como el pincel mas domable. No, mejor aún.
Mejor que la luz de todas las estrellas juntas. Mejor que el big bang. Mejor que volar sin alar. Mejor que el infinito..

Vienes a mí, te acercas y te anuncias
con tan leve rumor, que mi reposo
no turbas, y es un canto milagroso
cada una de las frases que pronuncias.

Vienes a mí, no tiemblas, no vacilas,
y hay al mirarnos atracción tan fuerte,
que lo olvidamos todo, vida y muerte,
suspensos en la luz de tus pupilas.

Y mi vida penetras y te siento
tan cerca de mi propio pensamiento
y hay en la posesión tan honda calma,

que interrogo al misterio en que me abismo
si somos dos reflejos de un ser mismo,
la doble encarnación de una sola alma.
Enrique Gonzalez Martínez

Y cuando tengas miedo. Cuando no sepas que hacer, cuando la locura ataque tu almohada y no sepas como reaccionar. Recuerda que me tienes hay, justo en tu pecho. 
Y cuando solo quieras reir, gritar, cantar. Cuando la mas inmensa alegría te inunde y no puedas parar de sonreir. Recuerda que me tienes hay, justo en tu pecho.
Ohana.
Y si, esta vez, para siempre. 
30072011

No hay comentarios:

Publicar un comentario